324. Historias para aprender español: Almorzar
El sagrado almuerzo español🥘🕒
¡Hola a todos los estudiantes de español! Hoy, en las crónicas de Cuéntame, nuestro estudiante Jan nos lleva a Alicante para contarnos una lección cultural fundamental que aprendió sobre la vida en España: la importancia de la comida.
El dilema del viaje de Jan 🚅
Jan se prepara para dejar Alicante y dirigirse a Málaga, una ciudad que siente como su hogar. Durante una clase en línea con su profesora, Alba, Jan le explica su estricto horario:
Estará en la escuela hasta la 13:15. A las 14:15 sale su tren (vía Madrid) hacia Málaga. Esto le deja solo una hora para recoger su maleta e ir a la estación.
Alba, consternada, interviene inmediatamente:
«¿Cómo? Pero, ¿cuándo comes? El almuerzo, la comida más importante para los españoles, no puedes simplemente saltártelo.»
Este choque de horarios y prioridades le recordó a Jan una experiencia que vivió Floris, otro estudiante holandés, que se mudó a Málaga para integrarse por completo.
Floris y el «derby» de Hockey 🏑
Floris, con la intención de aprender el idioma y la cultura, se apuntó a un club de hockey cerca de su casa. Llegó el día de su primer partido fuera de casa, un derby regional contra un equipo de Sevilla.
El partido estaba programado para las 14:30. El equipo debía reunirse en Málaga a las 11:00 para un viaje en autobús de unas 2 horas. El entrenador le «rogó» a Floris que fuera puntual.
Floris, siendo holandés, llegó 30 minutos antes (a las 10:30), siendo el primero en el punto de encuentro. A las 11:15 solo había cinco otros jugadores. A las 11:30 casi todos estaban, y el último en llegar fue el entrenador, a las 11:45.
Rápidamente, subieron al autobús. El entrenador, mirando su reloj, se mostró optimista: «Solo tendremos que hacer un calentamiento algo más corto».
La parada más importante del viaje 🛑
A mitad de camino hacia Sevilla, el autobús se desvió inesperadamente por una salida de la autopista. Floris, confuso, preguntó al entrenador:
«Eh, ¿qué pasa, entrenador?» El entrenador lo miró un poco indignado. «¿Tú qué crees? Paramos a comer, por supuesto.»
Para la mentalidad española, un partido (por muy importante que sea) nunca puede interponerse en el camino del almuerzo, la comida central del día. No importa el retraso o la hora de inicio: hay que parar a comer.
La anécdota de Floris es la prueba perfecta de lo que Alba intentaba decirle a Jan: en España, la comida no se negocia. ¡Y mucho menos se salta!
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